miércoles, 3 de noviembre de 2010

Vo Nguyen Giap (1911-1998)

Este legendario general vietnamita nació en la aldea de Una Xa, provincia de Quang Binh el 25 de agosto de 1911. Era hijo de un campesino que, aunque carecía de tierras, sabía leer y escribir y luchó toda su vida contra el régimen colonialista impuesto a su país.

En 1926, siendo aún muy joven, comenzó a luchar por la liberación de Vietnam en el instituto en el que estudiaba. Se incorporó al Menh Dang del Tan Viet y, dos años más tarde, al Quoc hoc, organizaciones clandestinas que realizaban agitación contra la ocupación extranjera.

En 1930 fue detenido y condenado a tres años de prisión, pero fue liberado algunos meses después.

En 1933 entró en la universidad de Hanoi, aunque dos años después le expulsaron por realizar agitación revolucionaria.

En la universidad conoció a Dang Xuan Khu, que más adelante adoptaría el seudónimo de Truong Chinh, el principal ideólogo del comunismo vietnamita. Fue él quien incorporó a Giap al Partido Comunista de Indochina.

En 1937 logró terminar sus estudios de Derecho en la universidad y comenzó dar clases de historia en un instituto de Hanoi, aunque en realidad se dedicaba a organizar a los profesores y alumnos en la lucha revolucionaria.

En 1939 publicó su primer libro, juntamente con Truong Chinh, titulado La cuestión campesina donde analizaban el papel que debían desempeñar los jornaleros del campo como aliados del proletariado vietnamita en el proceso revolucionario.

El año anterior se había casado con una tailandesa, Dang Thi Quang, también militante comunista, y cuando al año siguiente el Partido Comunista de Indochina fue prohibido, Giap escapó a China, donde conoció a Ho Chi Minh y estudió las tesis de Mao Zedong sobre la guerra popular prolongada y la guerra de guerrillas, que luego aplicaría magistralmente a su propio país.

Pero la policía francesa detuvo a su mujer y a su cuñada y las utilizó como rehenes para presionar a Giap y lograr que se entregara. La represión fue feroz: su cuñada fue guillotinada y su mujer condenada a cadena perpetua, muriendo en la prisión después de tres años a causa de las brutales torturas. Los verdugos también asesinaron a su hijo recién nacido, a su padre, a dos hermanas y a otros familiares.

En mayo de 1941 en la conferencia de Chingsi (China), junto con Ho Chi Minh, funda el Dong Minh (Liga Vietnamita para la Independencia), más conocido como Vietminh, para agrupar las fuerzas antijaponesas en un único frente de liberación nacional.

Ese mismo año Giap se traslada a las montañas del interior de Vietnam para iniciar la guerra de guerrillas. Allí estableció una alianza con Chu Van Tan, dirigente del Tho, un grupo guerrillero de una minoría nacional de Vietnam del noreste. Giap comenzó a construir el Tuyen Truyen Giai Phong Quan, un ejército capaz de expulsar al ocupante francés y sostener el programa del Vietminh.

Inició una campaña de dos años de propaganda armada y de reclutamiento, convirtiendo a los campesinos en guerrilleros con una combinación del entrenamiento militar y la formación política comunista. A mediados de 1945 tenía ya unos 10.000 hombres bajo su mando y pudo pasar a la ofensiva contra los japoneses que ocupaban todo el sudeste de Asia.

Junto con Ho Chi Minh, Giap dirigió sus fuerzas hacia Hanoi en agosto de 1945, y en septiembre Ho Chi Minh pudo proclamar la independencia de Vietnam, con Giap al mando del ejército revolucionario.

En la posterior guerra contra el colonialismo frances, Giap obtuvo una espectacular victoria el 7 de mayo de 1954 en la decisiva batalla de Dien Bien Phu, una valle situado a unos 300 kilómetros al oeste de Hanoi en el que se habían atrincherado las fuerzas ocupantes francesas, confiadas en la protección de las montañas y en conseguir batir a las fuerzas revolucionarias cuando descendieran.

De los 15.094 mercenarios franceses que se agruparon en Dien Bien Phu, después de casi seis meses del sitio, solamente 73 lograron escapar del cerco, mientras que 5.000 murieron y 10.000 fueron capturados. Giap y el general Denhg lanzaron un asalto frontal a la guarnición que arrojó a los colonialistas franceses definitivamente de Indochina. El ejército de Giap y Denhg padeció la muerte de 25.000 combatientes.

Giap y Denhg derrotaron a los francesos con una acumulación logística extraordinaria y un uso eficaz de la artillería bien protegida. Los 60 cazabombarderos norteamericanos B-29 que acudieron en apoyo de la guarnición francesa, no lograron su objetivo.

La campaña de Dien Bien Phu fue la primera gran victoria de un pueblo colonial y feudal, con una economía agrícola primitiva, contra un experimentado ejército sostenido por una industria y pujante moderna bélica. Los más conocidos generales franceses (Leclerc, De Lattre de Tasigny, Juin, Ely, Sulan, Naverre) fracasaron uno tras otro frente a unas tropas integradas por campesinos pobres pero decididas a luchas hasta el final por su país. Los gobiernos de París fueron cayendo también a medida que sus generales eran derrotados en los alejados arrozales, poniendo al descubierto la fragilidad de la IV República.

Vietnam resultó dividido y Giap fue nombrado ministro de Defensa del nuevo gobierno del Vietnam del norte.

Como comendante del nuevo ejército, Giap dirigió la lucha en la guerra de Vietnam contra los nuevos invasores norteamericanos en el sur del país, que una vez más comenzó bajo la forma de guerra de guerrillas. Los primeros soldados estadounidenses murieron en Vietnam cuando el 8 de julio de 1959 el Vietcong atacó una base militar en Bien Hoa, al noreste de Saigon.

Cuatro presidentes americanos lucharon sucesivamente contra Vietnam, dejando el rastro de sangre de 57.690 americanos ejecutados. Por parte vietnamita murieron 600.000 combatientes pero finalmente los Estados Unidos fueron obligados a salir del país en 1973. Dos años más tarde el país fue reunificado, cuando un tanque del ejército revolucionario embistió la valla de protección de la embajada americana, mientras los últimos americanos huían precipitadamente en un helicóptero por el tejado del edificio.

A partir de entonces Giap siguió siendo ministro de Defensa de Vietnam y miembro de pleno derecho del Politburo del Partido Comunista de Vietnam, cargo que ocupó hasta 1982.

Tras su cese, dirigió la Comisión de Ciencia y Tecnología.

El general Giap no sólo fue un maestro en el arte de dirigir la guerra revolucionaria, sino que además escribió sobre ella en 1961 su famosa obra Guerra popular, ejército popular, un manual de la guerra de guerrillas basado en su propia experiencia. En él establece los tres fundamentos básicos que debe disponer un ejército popular para lograr la victoria en la lucha contra el imperialismo: dirección, organización y estrategia.

Definió la guerra popular es una guerra a la vez militar, económica y política. La guerra popular no sólo la hace un ejército, por más que sea popular, sino que la hace todo el pueblo porque es imposible que un ejército revolucionario, por sí mismo, pueda lograr la victoria contra la reacción, sino que es todo el pueblo el que tiene que participar y ayudar en una lucha, que necesariamente debe ser prolongada.

Como buen guerrillero, Giap sabía que el éxito de la victoria cuando hay una desproporción tan grande de fuerzas, se basa en la iniciativa, la audacia y la sorpresa, lo que exige que el ejército revolucionario se desplace continuamente. Destacó como un genio de la logística, capaz de movilizar continuamente importantes contingentes de tropas, siguiendo los principios de la guerra de movimientos. Lo hizo así contra los colonialistas franceses en 1951, infiltrando a un ejército entero a través de las líneas enemigas en el delta del río Mekong, y otra vez adelantando la ofensiva de Tet en 1968 contra los estadounidenses, cuando situó a millares de hombres y toneladas de aprovisionamientos para un ataque simultáneo contra 35 centros estratégicos del sur.

La batalla de Ia Drang (19 de octubre-27 de noviembre de 1965) fue una de las más importantes del combate para ambos bandos durante la guerra de liberación de Vietnam. Tras ella el general Westmoreland creyó que la movilidad aérea y la potencia de fuego en gran escala serían la respuesta a la estrategia de Giap, pero éste apostó a sus soldados tan cerca de las líneas americanas que los B-52 soltaban las bombas encima de sus propias filas.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Juan Martín, El Empecinado

Juan Martín, llamado El Empecinado[1], fue el líder carismático de la guerrilla española contra el ejército napoleónico y posteriormente un obstinado opositor del régimen absolutista. Estas guerrillas quebrantaron el accionar del ejército francés durante la guerra de independencia española. Juan Martín, El Empecinado, nació en una familia de labradores de Castrillo de Duero, Valladolid, en el año de 1775. Teniendo 18 años se alistó como voluntario en la guerra del Rosellón (1793-1795) que careó a España contra la Francia revolucionaria; allí perdió España, no solo la guerra sino también Santo Domingo. Allí Juan Martín fue nombrado ordenanza del general Ricardos. Concluida la guerra, regresa a su tierra y teniendo 21 años se cas con Catalina de la Fuente, vecina de la Fuente (Burgos), donde se ganó el sustento en el campo hasta que el ejército napoleónico entró en España en 1808. Por razones desconocidas con exactitud, recluta a amigos y familiares para acosar a los franceses invasores en la ruta entre Madrid y Burgos. Esta guerrilla interceptaba correos y convoyes y apresaba soldados.

Luego se une al ejército español para combatir en campo abierto en Medina de Risoseco y Cabezón de Pisuerga pero fueron derrotados y así Juan Martín decide seguir su lucha guerrillera por parecerle más efectiva. Así fue. A finales de 1808, obtuvo sendos golpes de mano en Aranda de Duero, Sepúlveda y Pedraza. Su fama había crecido tanto después de esto que el general de La Cuesta lo hizo apresar por haber retenido en su casa a una dama francesa en lugar de entregársela a él Juan Martín escapa y reune en su guerrilla a más de 5.000 efectivos. En 1809, habida cuenta de sus logros es nombrado capitán de caballería y un año más tarde es ascendido a Brigadier. Su guerrilla causó tales destrozos entre los franceses que Napoleón quiso presionarlo para que trabajara para José Bonparte, secuestrando a su madre, pero Juan Martín, El Empecinado, amenazó con fusilar a cien soldados franceses que estaban en su poder y ella fue liberada.

Entre 1811 y 1813, Juan Martín, El Empecinado libraron sus enfrentamientos entre Madrid, Cuenca y Guadalajara. En Alcalá de Henares, año de 1813, vence al ejército francés que le doblaba en número. Fernando VII autorizó un monumento en su honor en dicha plaza pero luego lo hizo derribar por considerarle un temerario liberal. Resulta que concluida la guerra Fernando VII buscando ganarse su confianza le nombró mariscal y le ofreció por medio de un emisario un millón de reales y el título de Conde si Juan Martín abandonaba el liberalismo, a lo que El empecinado contestó: “Diga usted al rey que si no quería la Constitución (de 1812), que no la hubiera jurado; que El Empecinado la juró y jamás cometerá la infamia de faltar a sus juramentos.”Por esta respuesta fue desterrado en Valladolid.
«No es extraño que cuando Riego se pronunció en 1820 contra Fernando VII, Juan Martín volviera a las armas, esta vez contra las tropas realistas. Con la victoria liberal, fue gobernador militar de Zamora y Capitán General, pero la vuelta al absolutismo en 1823 le convirtió en proscrito. Desterrado en Portugal, pidió permiso para volver a España con garantías y le engañaron vilmente: fue detenido mientras dormía en Olmos de Peñafiel, encarcelado durante dos años en Nava de Roa y ahorcado el 19 de agosto de 1825.[2]

[1] Empecinados era el sobrenombre de los habitantes de Castrillo de Duero. La palabra deriva de pecina, que es el lodo o cieno negruzco formado en los charcos o cauces donde existen materias orgánicas en descomposición y que muy seguramente eran profusos en el arroyo Botija, que atravesaba la localidad. O sea que Empecinado era el gentilicio de los nacidos en tal localidad vallisoletana. Cuando sus actos hostiles al régimen francés se hicieron notorios, el guerrillero se hizo famoso en toda Castilla y su mote en sinónimo de luchador obstinado. Fue tal su aureola que en 1814 se le provee mediante Real Orden, la prerrogativa de usarlo y firmar con él los documentos oficiales, así como heredarlo a sus hijos.
Fue a partir de ahí que el verbo empecinarse empezó a significar empeñarse en algo por encima de lo razonable.

[2] Alonso Abraham & Otero Luis, once actores principales, en Muy Historia número 14/2007 G y J España Ediciones, S. L., S. En C., Madrid.

La guerra sin fin (Documental sobre Irak)

Guerra en Irak